Natalia Torrecilla Merchán
Neuropsicóloga de la Asociación
de EM de Parla (APADEM)
Natalia Torrecilla Merchán
Neuropsicóloga de la Asociación
de EM de Parla (APADEM)
¿Qué es la Reserva Cognitiva? Es la capacidad de nuestro cerebro para afrontar diferentes daños o deterioro sufridos por enfermedades o simplemente por el envejecimiento natural, siendo capaz de conservar algunas funciones.
Y partiendo de esta definición, quería explicarles la relación que existe entre Reserva Cognitiva y las enfermedades neurodegenerativas, una de ellas, la esclerosis múltiple (EM).
La Reserva Cognitiva se va creando a lo largo de la vida mientras estimulamos el cerebro realizando actividad mental.
Una manera consiste en aprender algo nuevo, como un idioma, el uso de un instrumento musical, leyendo novelas/artículos, realizando ejercicios que requieran atención, memoria, fluidez verbal…, en definitiva, aprendiendo cosas nuevas.
A medida que realizas esta actividad mental, las conexiones entre las neuronas aumentan. Un conocimiento que está representado por una determinada red neuronal se multiplica y pasa a ser representado por varias. De tal manera, que cuan do una enfermedad degenerativa ataca, tenemos una reserva creada para que el deterioro tenga un curso insidioso.
Imagínense la información en un ordenador. El deterioro cognitivo sería el formateo del equipo. ¿Qué tarda más en formatearse, un disco duro con poca información o uno con mucha información? Evidentemente, todos responderán que tarda más en formatearse un disco duro con más Información.
Cuando un deterioro cognitivo sobreviene, se nota menos en personas que han estado cultivándose, haciendo ejercicio mental.
Entrando a relacionar este concepto con cada tipo de EM, para ser más específicos podríamos decir que en el tipo de EM Recurrente-Remitente, la persona en cuestión acude a rehabilitación porque uno de los brotes le ha afectado, pongamos por ejemplo, a la atención o a la fluidez verbal, entonces se realizarían ejercicios sobre esa función y recuperaríamos capacidad.
Si cuando unos axones de neuronas que forman sinapsis con otras se esclerosan, tenemos otras que no sufren daño y que representan el mismo conocimiento, ese no sufrirá cambios, no se perderá en ese brote porque hay Reserva Cognitiva, hay más cadenas de neuronas interconectadas que lo representa.
En el caso de la EM primaria que el deterioro es paulatino y en la secundaria que ha pasado a tener este curso de evolución gradual, se puede ir ralentizando el deterioro cognitivo por medio de actividad mental como en otras enfermedades neurodegenerativas, como es el caso de las demencias.
La diferencia entre la EM y una demencia es que en la EM después de un brote, si se rehabilita se puede recuperar y/o mejorar la capacidad afectada. En una demencia se retrasa pero no se recupera, concretamente en el caso de la memoria. ¿Hay que esperar a que el deterioro cognitivo sobrevenga para ir al neuropsicólogo cuando ya sabemos que tenemos una enfermedad neurodegenerativa? La respuesta es que no hay que esperar, hay que prevenir, hay que crear Reserva Cognitiva, hay que “ganarle carrerilla a la enfermedad”.
Es deseable llenar nuestro maletín de información de contenido para que, cuando llegue un formateo de nuestro disco duro (cerebro), no se lo lleve todo, quedándonos sin esa capacidad, sin ese conocimiento, sin esa función por completo. Cuando el deterioro físico aparece, las personas le suelen dar más importancia porque se ve. Yo le digo a mis pacientes que el que quiere una tableta de chocolate por estómago debe ir al gimnasio con frecuencia porque si no, no lo consigue. Pues si quieren que su cerebro, permítanme la expresión, sea un queso curado y no un gruyere, creen Reserva Cognitiva, prevengan, cultívense y pónganse manos a la obra porque el tiempo es esencial.